Feliz Día Mamá Moderna
La mujer del siglo 21 tiene cientos de desafíos por delante. Por esto, propongo, nos preparemos para ayudarlas a enfrentar la responsabilidad que tendrán en sus manos: crear un mundo sano para sus hijos.
Una mujer que se acepta, que se gusta como mujer, no se puede concebir ella misma. Su papel le es evidentemente diferente. Y de ella depende mostrar el equilibrio y la razón de la diferencia frente a los hijos.
Es a través de ella que se filtra una atmósfera tierna y siempre entibiada por la hoguera familiar. Ella es la encargada de lograr la organización en sus tiempos precisos, que le permitan la disponibilidad suficiente que se necesita para ser mujer y madre.
El papel de la madre en este punto es fundamental y no puede tomarse a la ligera Se necesitan adoptar medidas necesarias para darle a la mujer la oportunidad de desarrollar su propio papel como "la reina de la casa y madre serenísima". Ella, creo, tiene que ser dueña del tiempo necesario para rendir en el hogar haciendo de este un lugar antojable para los hijos al regresar de la escuela.
La mujer organizada, aliviada de un stress insoportable, podrá escuchar, aconsejar a su marido en sus decisiones. ¿No es acaso uno de los papeles fundamentales de la mujer? Que el esposo se dé cuenta que a veces ella sacrifica una carrera laboral para consagrarse a los hijos.
Se necesita abandonar el viejo esquema según el cual muy a menudo se decía. "¡Una mujer en el hogar, es una mujer que no hace nada!"
Si alguna mujer decidiera trabajar y ser ama de casa, es libre de hacerlo, pero nunca ha negado la propia función fundamental de ser madre y esposa que provee de mejores y mayores satisfaciones.
Los jóvenes de hoy, muchachos y muchachas, se adelantan mucho mejor a esta época. Veremos padres jóvenes ocuparse de sus hijos con ternura y comprensión que parecerán muy extraños para gente de otra época.
Sin embargo, aunque la juventud es arrastrada por la vida activa y moderna, se tendrá que buscar un equilibrio que haga sentir a las madres jóvenes que así lo decidan, poder consagrarse el tiempo necesario a sus hijos, sin sentirse por esto devaluadas.
No podremos encontrar recetas milagrosas, pero si un camino personalizado para cada uno, donde el desarrollo de una mejor toma de conciencia permitirá vivir serenamente nuestra experiencia de ser humanos.
